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Este plato se origina en el “kulibiak” ruso, que se servía en la Corte de los zares desde el siglo XII. Con una masa tipo briodge el relleno llevaba arroz, setas e incluso huevos duros. Se hizo famoso en todo el mundo en el siglo XIX a través de los cocineros franceses que trabajaban en los palacios rusos.
En Francia se adoptó con un relleno de espinacas y masa de hojaldre, que es el que realizaremos nosotros.
Ingredientes
6 lomos de salmón sin piel
2 cucharadas soperas de mantequilla
300g de chalotas
500g de espinacas frescas
1 vasito de vino blanco seco o jerez
150ml de nata líquida
1 huevo para pintar el hojaldre
Sal y pimienta
Una pizca de Nuez moscada rallada (opcional)
Un puñado de estragón (si es fresco mejor)
3 láminas de hojaldre rectangular
Preparación
- En una sartén con mantequilla se fríen las chalotas cortadas en “brunoise” . Se añaden las espinacas lavadas, sin rabito y cortadas. Se salpimenta.
- Se añade el vino y se deja evaporar todo el agua. La mezcla debe quedar muy seca.
- Se añade la nata líquida, la nuez moscada y el estragón picado y se deja reducir. Se retira y deja enfriar.
- Se lava el salmón y quitan las espinas.
- Se extiende la placa de hojaldre (si por el tamaño del salmón se necesita, se extienden dos). Se dispone la mezcla de espinacas en la base y encima se coloca el salmón (la parte que tenía la piel hacia arriba porque luego quedará boca abajo) con los lomos uno al lado de otro para que parezca una cola.
- Se cierra el hojaldre, se le da la vuelta y se pinta con huevo batido y se coloca encima de un papel de hornear directamente sobre la bandeja del horno.
- Se hornea a 200°C durante 35/40 minutos.
- Se puede acompañar de una salsa Tártara (ver receta)