3/4 de hora |
6/8 “ramequines” en función de su tamaño
Todo un espectáculo, sobre todo para los muy chocolateros. Esta técnica de origen francés admite elaboraciones tanto dulces como saladas y es más fácil de lo que parece…
En el caso del soufflé de chocolate tendremos una preparación a medias entre un bizcocho y una Mousse de chocolate, con la particularidad de que no lleva levadura y se infla por el efecto de las claras batidas. Se sirve recién hecho, espolvoreado de azúcar glace, en caso contrario se bajaría la masa enseguida…
Ingredientes
200 g de chocolate negro mínimo 70%
25 g de cacao en polvo sin azúcar
60 g de mantequilla + 10 g más para los ramequines o minicocottes
4 huevos enteros + 1 clara de huevo
90 g de azúcar
Para decorar: azúcar glace
6/8 moldes individuales
1 pellizco de sal para batir las claras
Preparación
- Fundir el chocolate a baño María, añadir la mantequilla y dejarlo entibiar pero sin que se endurezca.
- En otro bol echamos las yemas de huevo y 50 g de azúcar granulada. Batimos con unas varillas hasta que haya blanqueado.
- En este momento incorporamos el chocolate fundido con la mantequilla.
- Batimos hasta integrar todos los ingredientes. Echamos el cacao en polvo y mezclamos hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Revestir moldes individuales de soufflé con mantequilla, echamos un poco de azúcar granulada y cubrimos con ella todo el interior de los moldes.
- Los ponemos en una bandeja y guardamos en la nevera.
- Se ponen a montar las claras. Se añaden 40 g de azúcar mientras se siguen batiendo hasta que se consiguen picos firmes.
- Incorporar las claras montadas a la mezcla de chocolate y yemas, en dos o tres veces mezclando con una lengua suavemente.
- Verter la masa en los moldes hasta el borde y alisar con una espátula.
- Guardar en nevera un par de horas.
- Sacar de la nevera y meter en el horno precalentado a 200°C durante 15/20 minutos, en función del “ramequin” y del horno.
- Espolvorear con azúcar glace y servir inmediatamente.